Una mañana, de camino a la facultad, el tren de cercanías en el que viaja Ángela atropella a un hombre. Mientras camina por el andén siente un repentino deseo de ver el cadáver, pero la multitud se lo impide. Ángela es estudiante de CC. De la Imagen y está preparando una tesis sobre la violencia audiovisual. Como complemento para su trabajo, Figueroa el director de su tesis, se compromete a buscar en la videoteca de la facultad películas extremadamente violentas.
Por otra parte, un compañero de clase, Chema, la incita a ver cine gore y pornográfico. Mientras visita la videoteca, Figueroa descubre un laberinto de galerías subterráneas donde se almacenan cientos de cintas. Figueroa coge una y se va. Desgraciadamente a la mañana siguiente, Ángela lo encuentra muerto en una sala de proyección. La joven roba la cinta e intenta verla en su casa, pero el temor a lo que pueda contener es tan fuerte que se limita a escucharla y en ella sólo se oyen gritos de mujer.
Chema Ángela
Chema descubre que Ángela tiene la cinta y por fin deciden verla: es una “snuff movie”, una grabación real de un asesinato. Ángela contempla horrorizada cómo una muchacha es torturada y descuartizada. Analizando la imagen, Chema logra identificar el modelo de cámara usada. Días después, Ángela ve en la facultad a un chico llamado Bosco , que tiene la misma cámara. Lo sigue disimuladamente, pero él se da cuenta y la acorrala. Ángela descubre que era amigo íntimo de Vanessa, la joven a la que ha visto morir en la película. En los días siguientes, Ángela descubre que la Facultad adquirió hace unos años cámaras iguales a las de Bosco. Intenta decírselo a Chema pero no lo localiza.
El profesor castro,el sustituto de Figueroa, se pone en contacto con ella y quedan en su despacho para comentar el trabajo. Más tarde Castro le muestra a Ángela una grabación que la descubre en la sala de proyección robando la cinta.